Mi primera entrada

¡Hola! Bienvenidas y bienvenidos a mi blog. 

En esta primera entrada quería manifestar un poco a cerca de cómo me siento con todo esto de la pandemia, no podía ser de otra manera. 

En marzo de 2020, cuando todo empezó, o más bien, cuando nos confinaron, yo no me lo tomé nada mal, al contrario, me agradó la idea de no tener que rodearme de mucha gente, de no tener que socializar por obligación, etc 
La única parte que me fastidió fue que estaba terminando mi grado superior y me quedé sin las prácticas que tanto estaba deseando hacer y que nunca podré hacer porque ya tengo mi título y lo que toca es esperar a la suerte de trabajar de ello. 
No me preocupaba el hecho de tener que estar "encerrada" en casa, salía una vez al día para pasear a mi perro (nos turnábamos entre mi pareja y yo) y disfruté mucho de ver las calles sin tanto jaleo, ajetreo, sin tanta gente, sin tanto coche. Mientras, en casa, me mantenía ocupada casi todo el día realizando el proyecto final del curso, viendo series y poco más. 

Pensaba que esto duraría poco, que en unos meses podríamos empezar a volver a la "normalidad" poco a poco, que en Navidad podría cenar con mi madre y abuela, ver a mi hermana que vive en Madrid... Pero no, con el paso del tiempo me fui dando cuenta de que esto iba a durar bastante más, y como yo, supongo que muchos pensaron lo mismo. 
Llegó un punto que ya no soportaba ver las noticias, ni escucharlas, no quería meterme en las Redes Sociales para evitar ver más malas noticias, más casos, más muertes, más y más bulos y mentiras... Empezaba a cansarme de todo. 

Siempre he tenido una salud mental regulera tirando a mala y con la pandemia ha empeorado considerablemente, yo pensaba que no me estaba afectando, que todo iba bien, pero un día, de repente, tienes un ataque de ansiedad, pasan pocos días y vuelves a tener otro. 
Cuando crees que estás bien te vienen sobresaltos de repente, sin venir a cuento, te cuesta hablar y expresarte porque realmente no tienes claro qué te pasa, te callas y vas guardando. 

He intentado hablar con mi médica para que me derive a un Psicólogo público, pero me da largas (de eso ya hablaré en otra entrada referida a la salud mental), ¿podría ir a un privado? Pues ojalá, la verdad, pero soy pobre desde que tengo memoria. 

Con el tiempo me fui dando cuenta que mis ataques de ansiedad y demás problemas se debían a muchas causas, como la de tirarme dos años estudiando un grado superior con la esperanza de encontrar trabajo y que, de repente, tu futuro (y el de muchas personas) se convierta en una sucesión de días sin saber qué hacer. 
En mi caso esto me afecta mucho, porque con 28 años que tengo y habiendo trabajado bastante, sólo tengo 14 días cotizados, cosas de que sólo te salgan trabajos en negro. 
Me da la sensación de que jamás conseguiré un trabajo decente que me permita llegar a fin de mes, aunque sea con lo justo, que siempre me tiraré de trabajo en trabajo sin contrato o con contratos precarios, que nunca conseguiré salir de la historia familiar de pobreza (la mayor parte de mi familia está en riesgo de pobreza extrema o cerca, sobreviviendo con ayudas -como es mi caso- o trabajos de mierda).
A esto súmale mi malísima relación con mi cuerpo, generalmente tengo la autoestima bajísima, con un cuerpo no normativo, con defectos visibles que me han provocado decenas y decenas de insultos en colegios y otras situaciones y que aún a día de hoy sigo sin superar, que me fustigo continuamente, me presiono, me juzgo de maneras super duras... 
Por añadir más problemas, el cáncer de mama de mi madre, diagnosticado hace casi 2 años, con una artrosis cada vez mayor que no la deja andar ni moverse casi, que además de cuidarse a sí misma también debe hacerlo de mi abuela, y que con la pandemia no puedo ir tanto a su casa como me gustaría para ayudarla, porque evidentemente, las 2 son personas de mucho riesgo. 

Bueno, puesto todo esto (y mucho más) lo juntas con una pandemia mundial y tienes el cóctel perfecto para volverte loca y ya ni saber qué coño quieres hacer con tu vida (ni hablemos de las de veces que se me pasan ideas suicidas por la cabeza). 

Estoy CANSADA de todo esto, de las noticias, de ver que no avanzamos, de ver cómo la gente se salta las medidas, que se la suda todo, de políticos que sólo buscan el interés propio, de empresas y empresarios que se niegan a tomar medidas seguras para sus trabajadores y trabajadoras, de periodistas que sólo buscan el morbo y crear polémicas en situaciones ridículas, de gente que se aprovecha de las miserias de los más desfavorecidos... CANSADA DE TODO. 

Necesito ver que hay futuro cuando esto termine, que algún día no muy lejano encontraré un buen trabajo, o que aprobaré las oposiciones de técnico y podré trabajar de lo que me gusta y quiero, que mi madre se pondrá bien, que yo estaré mejor. 

No puedo escribir más sin llorar, de momento me despido aquí.

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